jueves, 11 de octubre de 2012

Moreira Jr

Culpa viuda por crimen a Rubén Moreira
El vocero del Gobierno de Coahuila dijo que comprende la situación que atraviesa la viuda de Moreira Rodríguez

REFORMA / Redacción

Saltillo,  México (5 octubre 2012).- Lucero Davis, viuda de José Eduardo Moreira Rodríguez, culpó, a través de una cuenta de Twitter, al Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, por el asesinato de su esposo.


"@rubenmoreiravdz. No sabes gobernar!!! Esto es tu culpa maldito!!!! Renuncia", es el mensaje textual que aparece publicado alrededor de las 10:00 horas de hoy en la cuenta de Lucero Davis, @lucerodavis, esposa del primogénito de Humberto Moreira, quien el miércoles por la noche fue asesinado de dos balazos en Ciudad Acuña.



"Justicia!! Justicia!!" y "@rubenmoreiravdz Exijo Justicia!!!!! Por el asesinato a mi esposo Jose Eduardo", publicó Davis en Twitter ayer alrededor de las 23:00 horas.

El coordinador de Comunicación Social del Gobierno de Coahuila, Juan de León Estrada, confirmó la autenticidad de la cuenta de la esposa de Moreira Rodríguez y dijo que comprende la situación que atraviesa la viuda de Moreira Rodríguez.

"Entendemos el momento tan difícil que está enfrentando, sabemos del dolor que atraviesa en estos momentos y existe el compromiso de parte del Gobierno del Estado de aclarar el crimen y capturar a los responsables".

José Eduardo Moreira Rodríguez fue encontrado sin vida el miércoles por la noche en un camino rural del poblado Santa Eulalia, en el Municipio de Acuña.

Ayer, visiblemente agobiado y con la voz entrecortada, Humberto Moreira, ex presidente nacional del PRI y ex Gobernador de Coahuila, expresó su dolor al salir de la misa de cuerpo presente de su primogénito.

"Mi hijo viene a ser uno de los muertos de esta guerra, de los miles de muertos", dijo Moreira.

Ejecución de José Eduardo Moreira podría ser venganza de El Z-40


Jueves, 4 de octubre de 2012
El joven, de 25 años de edad, fue encontrado sin vida en un camino rural del poblado Santa Eulalia, en el norte del Estado.
Los primeros informes extraoficiales señalan que Moreira Rodríguez habría sido emboscado por hombres armados.
No se proporcionaron mayores datos de cómo se produjeron los hechos o las condiciones en que fue encontrado el cuerpo.
Un mensaje de texto enviado a celulares de personas cercanas al ex Gobernador Moreira, y que se le atribuye a éste, lamenta la pérdida y señala que era un joven promotor social que buscaba apoyar a las clases más humildes.
“Mataron a mi hijo José Eduardo, un joven limpio”, expresa el texto. “Promotor social que se dedicaba a trabajar con la gente más humilde de Acuña, Coahuila”.
Moreira Rodríguez era coordinador de programas sociales del Gobierno estatal encabezado por su tío, Rubén Moreira, quien asumió el poder el pasado 1 de diciembre.
Una de las líneas de investigación sobre la muerte, según fuentes del Estado, es una posible venganza del crimen organizado, luego de que ayer en la tarde agentes estatales del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE) abatió a cinco sicarios tras un enfrentamiento.
Las fuentes oficiales presumieron que entre los muertos estaría un sobrino de Miguel Treviño Morales, “El Z-40″, el segundo del cártel de los Zetas.
El muerto sería Alejandro Treviño Chávez, hijo del hermano mayor de “El Z-40″, Juan Francisco Treviño Morales, preso en Estados Unidos por tráfico de drogas.
Otro de sus hijos, Juan Francisco, “El Quico”, fue detenido el 15 de junio pasado en Monterrey.
José Eduardo era el mayor de los seis hijos de Humberto Moreira y fue procreado antes de que éste se casara con su primera esposa.
El joven vivía en Acuña, de donde es originario y donde reside su madre.
El asesinato de anoche se da en medio de la ola de violencia que ha vivido la frontera coahuilense en los meses recientes y que se agudizó tras la fuga de 131 reos del Centro de Reinserción Social de Piedras Negras, el pasado 17 de septiembre.
Desde que asumió, Rubén Moreira ha mantenido un discurso duro ante el crimen organizado.
Además, en los meses que lleva en la Gubernatura, se ha cerrado la entrada a nuevos casinos, se prohibieron los tables dances y se acortaron los horarios de venta de alcohol en Coahuila.
Anoche, medios locales reportaron que, tras los hechos, el Gobernador señaló: “No me echaré para atrás”.
A través de su cuenta de Twitter, el Presidente electo, Enrique Peña Nieto, lamentó el asesinato del hijo de Moreira.
“Mi más sentidas condolencias a la familia Moreira por la pérdida irreparable de José Eduardo”, escribió. “Su homicidio no debe quedar impune”.
A la víctima le sobreviven su esposa, Lucero Davis Medina, con quien se casó en diciembre del 2010, y su hijo Eduardo Humberto, de apenas siete meses de edad y quien es el primer nieto del ex líder priista.


Venganza del narco, una de las líneas en investigación del caso Moreira

Sepelio de Eduardo Moreira, hijo del expresidente del PRI. Foto: Especial
Sepelio de Eduardo Moreira, hijo del expresidente del PRI.
Foto: Especial
MEXICO, D.F. (apro).- El procurador coahuilense Homero Ramos confirmó que la venganza por parte del crimen organizado es una de las líneas que siguen las autoridades en la investigación del asesinato de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del exgobernador priista Humberto Moreira.
Ramos Gloria detalló que se indaga la posibilidad de que el crimen se deba a una revancha luego de que agentes estatales abatieran a un sobrino de Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, durante un tiroteo ocurrido en Piedras Negras, el miércoles 3.
“Hay una presunción de que el móvil fue la venganza”, acotó el titular de la PGJE, (la muerte del sobrino del Z-40), eso lo confirmó la Procuraduría General de la República (PGR).
Luego del asesinato de Moreira Rodríguez, fuentes estatales habían señalado que entre los muertos de un tiroteo en Piedras Negras estaba Alejandro Treviño Chávez, hijo de Juan Francisco Treviño Morales, y sobrino de El Z-40, cabeza del cártel de Los Zetas.
El procurador de Coahuila indicó que por el momento continúan arraigados el subdirector operativo de la Policía preventiva municipal, Rodolfo Castillo Montes, y dos agentes de la corporación.
Sobre las presuntas mantas y mensajes con amenazas contra el gobernador Rubén Moreira, que presuntamente advertían que asesinarían a algún miembro de su familia, el funcionario dijo que no existe evidencia de ello.
Humberto Moreira: la desgracia se volvió tragedia

Luego de haberse regodeado en el éxito político, de haber gobernado su entidad y dirigido su partido, de haber llevado a Peña Nieto a la candidatura priista, Humberto Moreira se cayó del estrellato: Acabó perseguido por el fantasma del fraude financiero en perjuicio del erario de Coahuila y abandonado por su instituto político, vio rota la relación con su hermano y sucesor, Rubén Moreira, y al final la peor de las tragedias –el asesinato de un hijo– lo alcanza cuando el coahuilense está irremisiblemente solo.



Por Tomado de: / Arturo Rodríguez / Proceso
Dia de publicación: 2012-10-08
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MÉXICO, D.F. (Proceso).- El asesinato del hijo del exgobernador de Coahuila fue el tiro de gracia a un político en desgracia…
Dirigente nacional del PRI en momentos clave –la designación del candidato presidencial de ese partido– Humberto Moreira se había servido del poder hasta su máxima expresión política pero acabó defenestrado ante la presión del gobierno calderonista y el abandono que se hizo de él desde la cúpula priista, muy preocupada por su reputación cuando se construía la candidatura de Enrique Peña Nieto.
Humberto Moreira usó, pues, y fue usado, como es norma en el priismo. Y en este último contexto su hijo acabó siendo asesinado.
Como gobernador solía confrontarse con Felipe Calderón: varias veces le recriminó la militarización exacerbada del país. Desde Coahuila ayudó a varios de sus compañeros de partido a ser gobernadores, entre ellos a su hermano Rubén, quien lo sucedió.
Como presidente del PRI consiguió apoyos estratégicos para Enrique Peña Nieto hasta definir su candidatura a la Presidencia. Pero cayó en desgracia al revelarse que como mandatario de Coahuila contrajo una deuda multimillonaria, que en parte se obtuvo gracias a documentos falsos. Entonces sus compañeros de partido lo dejaron solo.
Y ahora su hijo fue asesinado.
Crítico de la militarización, Moreira se convirtió en víctima de la violencia que azota al país y en estos días sobre todo al norte de Coahuila. En sus palabras padece “en carne propia” el saldo de la “guerra absurda” declarada por Calderón al inicio de su mandato.
El miércoles 3, José Eduardo, primogénito del exdirigente nacional del PRI y exgobernador de Coahuila, fue asesinado en un paraje de Ciudad Acuña.
La noticia se difundió con rapidez, sin que hubiera confirmación oficial hasta el día siguiente. En el gobierno de su tío, Rubén Moreira, se cerraron todas las fuentes de información. Dos horas después de la desaparición del joven de 25 años ni siquiera su padre estaba enterado de lo ocurrido y no fue sino hasta que los rumores llegaron a él cuando pudo confirmar la muerte de su primogénito.
Carlos Ariel y Álvaro fueron los hermanos que acompañaron a Humberto en el sepelio. Rubén no asistió. Tampoco los secretarios de su gabinete. Sólo unos pocos alcaldes llegaron a las exequias.
La ausencia de Enrique Peña Nieto y de la mayoría de los gobernadores priistas fue más notoria que las discretas asistencias de algunos peñistas: Sólo acudieron el sucesor de Moreira en el PRI, Pedro Joaquín Coldwell; los integrantes del equipo de transición Miguel Ángel Osorio Chong y Jorge Carlos Ramírez Marín y los gobernadores de Chihuahua, César Duarte, y Zacatecas, Miguel Alonso.
Aunque más tarde el exdirigente priista se reuniría con el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, no hubo nadie del gobierno federal y las condolencias de Felipe Calderón –emitidas durante un acto en Colima– estuvieron acompañadas del anuncio de apoyo federal al estado. Los funcionarios calderonistas, como Poiré y el jefe policiaco Luis Cárdenas Palomino, se reunieron con Rubén en Saltillo.
Mientras en la Ciudad de México los diferentes partidos expresaban su pésame y exigían el esclarecimiento del asesinato, la bancada del PRI en la Cámara de Diputados no declaró nada. Incluso la columna “Bajo reserva”, de El Universal, hizo notar el viernes 5 que “el grupo priista, bajo la conducción de Manlio Fabio Beltrones, ni siquiera pudo dar un pésame en público” como sí lo hizo la bancada panista.
En Ciudad Acuña, en el centro del cortejo, Humberto Moreira devastado, rodeado de su familia y custodiado por efectivos de la Armada, reclamó justicia y advirtió que su hijo era una víctima más de la “guerra absurda” que se vive en México.
En desgracia
El asesinato de José Eduardo Moreira ocurrió en momentos en que su padre cayó en desgracia. Luego de haber acariciado las altas esferas del poder y haberse colocado en la primera línea del equipo de Enrique Peña Nieto, debió salir de la escena pública acusado de contratar de manera ilegal una deuda que ronda los 35 mil millones de pesos cuando fue gobernador de Coahuila.
Antes, en diciembre de 2010, faltando un año para concluir su mandato, anunció que renunciaría a la gubernatura. Abandonó el estado con señalamientos por un nepotismo (todos sus hermanos estaban en actividades públicas) que alcanzaba su mayor expresión en la designación de Rubén como candidato a sucederlo.
Contra Humberto pesaba que durante su gestión ocurrió el desbordamiento de la violencia en la región lagunera, especialmente en Torreón, donde la confrontación entre el Cártel de Sinaloa y Los Zetas se materializaba en matanzas, tiroteos, atentados y secuestros que azotaban en especial a la comunidad empresarial.
En todo el estado la presencia zeta se traducía en extorsiones y desplantes de poder que, sin embargo, no llegaban a los indicadores sangrientos de las demás entidades fronterizas, no obstante el elevado número de desaparecidos. A la violencia Moreira respondía con críticas al modelo de militarización y señalaba la falta de estrategia de Calderón para combatir el problema. (Proceso 1757).
Según Moreira, fue por sus posturas críticas como gobernador que el gobierno de Calderón le retenía participaciones y recursos aprobados para la entidad, además de enfrentar cerrazón al diálogo en el gabinete federal.
(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la revista Proceso 1875, ya en circulación)

Caso Moreira: amenaza cumplida




RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS / EL UNIVERSAL
lunes, 08 de octubre de 2012
Guillermo Arzola Sanmiguel, hijo del diputado del Congreso de Coahuila, Cuauhtémoc Arzola Hernández, fue, al parecer, el último con quien José Eduardo Moreira Rodríguez habló por teléfono. La llamada por celular fue el miércoles 3 de octubre, 15 minutos antes de las seis de la tarde. José Eduardo tenía previsto reunirse con el alcalde de Ciudad Acuña, Alberto Aguirre, con quien inauguraría una pista de atletismo en la macroplaza.
El hijo del ex gobernador Humberto Moreira le indicó por el celular a su amigo y colaborador: "Vete al evento, yo voy a ver a Rodolfo para ver qué quiere y te alcanzo". Pero el joven Moreira ya no llegó ni se supo de él hasta las nueve de la noche con veinte minutos en que su cuerpo fue encontrado sin vida, en las afueras de Acuña, con tres tiros: uno en el pecho, otro en el antebrazo izquierdo y uno más en la nuca.


Esto consta en las declaraciones ministeriales de Guillermo y Cuahútemoc Arizola. Este último fue quien identificó el cadáver del joven Moreira, cuya fotografía ya circuló ayer en redes sociales y que, por encuadre y cercanía, sólo pudo haber sido tomada por su asesino y por alguno de los policías municipales que lo encontró.
Pero, ¿quién es ese Rodolfo que quería ver a José Eduardo? Pues nada más y nada menos que el subdirector operativo de la Policía Municipal, Rodolfo Castillo Montes quien, según confirmó el alcalde Alberto Aguirre, es uno de los tres arraigados en el caso. Los otros dos son los policías municipales José Trinidad Landeros y Víctor Carrizales Prieto.
El arraigo del subdirector operativo de la policía fue solicitado por la Procuraduría de Coahuila por su inicial negativa a ser interrogado sobre el crimen, en virtud de que los investigadores estaban enterados que se reuniría o se reunió con él. Además, se trata de un hombre que no pasó las pruebas de confianza a que fue sometido pero que, sin embargo, era mantenido en el cargo por el director de la corporación, el general en retiro Javier Aguayo.
El pasado sábado 6 de octubre, poco después de las seis de la tarde, 39 policías de Acuña que estaban de turno el día y a la hora del asesinato de Moreira Rodríguez fueron trasladados a Saltillo, en calidad de presentados, para ser sometidos a pruebas de evaluación y confianza, detector de mentiras y examen toxicológico.
Todo esto fortalece la hipótesis que el crimen organizado, con funcionarios públicos coludidos, asesinaron al más vulnerable de los Moreira, en venganza por la muerte en un tiroteo de Alejandro Treviño Chávez, sobrino de Miguel Ángel Treviño Morales, alias "El Zeta 40", segundo en jerarquía de ese cártel de las drogas y con fuerte presencia en Ciudad Acuña, donde el hijo del ex gobernador era delegado de la Secretaría de Desarrollo Social del estado.
Fuentes cercanas a la investigación aseguran que junto al cadáver de José Eduardo fue dejado un mensaje cuyo contenido no se reveló. Sin embargo, después del tiroteo en Piedras Negras, en el que habría muerto ese mismo miércoles el sobrino de un poderoso narcotraficante, apareció un letrero que decía: "Familia por familia".
México se debate en medio de estas historias de violencia sin que nadie tenga claro si sus problemas son consecuencia del narcotráfico o éste es consecuencia de sus problemas. El dilema es como aquel sintetizado en la pregunta: ¿qué fue primero, el huevo o la gallina? 

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